No soy yo, eres tú.

No es besarte, es besarme al besarte,
abrazarme al abrazarte,
no es escalar el árbol, es la Naturaleza a gran escala
escalándome,
no es andar descalza, es hacer un camino sin vestiduras,
ni caparazones,
ni atajos,
ni antojos.

No es plena la vida, sin pleno el espíritu,
no es de fuera hacia dentro, nada más lejos de eso,
no es aprendizaje sin reflexión,
ni reflexión sin pausa,
ni pausa sin cuerpo,
ni cuerpo sin sentidos.

Si no hay sentidos, no hay nada.

No es callarte al no entender, es dudar y no asustarte,
no es respirar y soltar después, pues los pulmones no son desagües,
es pararte,
sin miedo a pararte,
sin miedo al tiempo, ni al desastre,
es pararte
para poder seguir avanzando.

Caminante, no hay camino,
pero tú puedes desviarte del tuyo,
crear riachuelos de tu río...
...y reengancharlo luego.

No es caerte, es retomar,
no es buscar, ni encontrar, es tropezarse con ello,
no es amar en susurro, es gritar lo querido,
no es excusar lo perdido, es no perder lo excusable.

No soy yo, eres tú, que no estás tan loca.