jueves, 12 de noviembre de 2015

Una de mis grietas

Se me escapa el "no puedo" de entre los recovecos más inhóspitos de mi pasado.
¿Por qué no puedo? ¿Porque yo lo diga? No.

Se me engancha el deseo, para que tire de él hasta mi cama, y esta por la ventana.
¿De verdad deseo? ¿Siento el fuego? A lo mejor.

Desespero en la espera del que no sabe qué quiere ver aparecer por la puerta de madera con pomo de cristal de sus anhelos.
¿A que espero? ¿Va a llegar? No creo.

Espero a empezar mi vida, a que me den la cuenta atrás y el disparo para la salida, pero vuelvo a llegar tarde, o pronto, no hay nadie. 
Deseo un folio en blanco, una vida en plano, ir al campo, recoger grano, bailar al Sol, subir las manos. Sonreír hasta desfallecer o desfallecer hasta sonreír. Deseo desear hasta dejar de sentir.

Sólo veo prisas, la gente corre, corre para vivir, corre para correr, corre para latir, corre para llegar a la muerte cansado y antes, corre hacia su final. La gente me ve quieta, la gente me ve grietas y grita para que corra, para que corra hacia la muerte, para que no piense qué hay antes, que nadie ve, que todos se pierden. No tengo prisa por vivir, tengo prisa por querer lo que vivo. No existe el miedo a morir, sino el miedo a morir sin haber vivido.

No hay beso que calme esta falta de besos.
No hay agua que limpie la piel, que necesita ser sanada.
No hay nada que llene esta nada.


2 comentarios:

  1. Me gusta que escribas hasta desangrarte las venas. Creo que gustar no es la palabra, me fascina.
    Si, me fascina que escribas hasta encharcarte los pulmones con tus propias palabras que se olvidan de lo que era nadar en charcos, hasta metertelas en la boca para hacerte vomitar mas.
    Me maravilla joder, que escribas hasta marearte de andar en circulos por las entrañas de tu mente, por los suburbios de ti.

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  2. Me gusta que escribas hasta desangrarte las venas. Creo que gustar no es la palabra, me fascina.
    Si, me fascina que escribas hasta encharcarte los pulmones con tus propias palabras que se olvidan de lo que era nadar en charcos, hasta metertelas en la boca para hacerte vomitar mas.
    Me maravilla joder, que escribas hasta marearte de andar en circulos por las entrañas de tu mente, por los suburbios de ti.

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