lunes, 2 de febrero de 2015

Tragicomedia

Algo real
que fue mentira.
Alguien capaz
que fue incapaz.

Mis ojos entreabiertos,
las pestañas seguían rozándose
como platillos, como cortinas.

La realidad lanzándome señales,
yo señalando su corazón, apuñalada.
La realidad dándome golpes para despertarme,
yo golpeándola contra su cama.

Yo bombeando,
ella bromeando
con mi alma.
Ella poniéndome un altar
hecho a medida de cualquiera.
Ella un teatro 
de asientos infinitos.
Sus aplausos son lágrimas.
Mi lágrima en su risa.
Mi esperanza 
en lo profundo
de mi guitarra,
de mi copa
y de sus intenciones.

Ahora ella juega con otra,
ahora yo juego a esconderme
entre
gente
libre.
Ahora dueles, y dueles, y dueles
por arrebatarme la verdad,
por crear mentira,
por robarme mi final
y destruir mis principios.

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