lunes, 23 de febrero de 2015

Versos prohibidos

Como un arpegio desde tu nuca hasta tu culo,
así es tocar tu piel con los dedos doloridos por una guitarra.
Empezar a escribirte es empezar la guerra,
una cabeza callada
de repente arrasada
por tus bombas anti-suspiros.
Y es que me dejas sin aliento
cuando te apartas el pelo
de esa forma tan de los 90
para darme un beso.
Haces música,
lo que no sabes es que lo eres
porque nunca te han hecho canción
y cuando suenas
eres mis pétalos de invierno favoritos.
Cuando haces música, eres música.
Cuando eres música, haces música.

...


Cuando haces esos gestos tan propios,
parece que el mundo me acaricia la barriga,
siento el mar, el viento, los árboles... 
tus acordes... 

Ojos amarillos,
eres vainilla y jachís.
Aún no hemos hecho ningún viaje
y ya he visto el mundo de tu mano.

Ya sabemos 
cómo son los domingos atravesados,
el sonido de nuestras voces en armonía
y atropellándose,
el buen sabor de un lunes
con el tiempo parado,
los findes ahogados en copas
y la pasión en ese lavabo
que siempre supo de nuestra historia.

Sabemos cómo somos,
pero aún no sé bien cómo eres.
Sé que tuviste el valor de quererme a tientas
y ahora yo tengo el valor de 
querer saber
todo
de ti, 


y eso me va a llevar un tiempo.




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