La traicción nunca se borra,
se queda el sabor en mis labios
y la saborean otras personas al besarme,
amargo pasado.
Amargo tiempo perdido
y recuperado al no recuperarla
y poder recuperarme.
Ácido encuentro
el de su aliento cítrico
sobre mi herida insana.
Salado el mar
cuando no estás tú
entre blancos y azules imperfectos.
Dulce la derrota
porque al perderte gané.
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