sábado, 21 de marzo de 2015

Cinco sabores

La traicción nunca se borra, 
se queda el sabor en mis labios
y la saborean otras personas al besarme, 
amargo pasado.
Amargo tiempo perdido 
y recuperado al no recuperarla 
y poder recuperarme.
Ácido encuentro 
el de su aliento cítrico 
sobre mi herida insana.
Salado el mar 
cuando no estás tú 
entre blancos y azules imperfectos.
Dulce la derrota 
porque al perderte gané.

El quinto sabor es que estas palabras nunca serán tuyas porque no te las mereces, 
que son mías y no del viento como las que tú lanzaste.
Que nunca leerás esto,
nunca
leerás
esto.

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