jueves, 4 de junio de 2015

Dosis absurda de realidad

La vida real en sueños,
utópicos despertares
llenos de falso suspiro.

La no serenidad de mi pecho
que no grita
por no ser voz.

Tumba un ritual en mis manos,
que el humo sagrado
del fuego alado,
sea color en mi pulmón.

Ya no me miro igual
desde que rompí mis fotocopias.
Ya no me toco igual
desde que no toco las horas
con la calidez de un virtuoso.

Cálido el sueño en el que
por fin
la vida vive.
Frío el encuentro de la vida vivida
con la viviente.
Ardiente sobre mis témpanos.
Tú.
Yo.
En pleno deshielo.


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