martes, 3 de mayo de 2016

Me aburro

La pila está llena.
Yo aún no.

Las horas pasan distraídas, aunque despacio, más de lo normal. Tengo la creatividad en un bolsillo con cremallera. Se ha atascado. No quiero crear nada.

Me he vuelto adicta como una idiota. Adicta a hacer las cosas bien, adicta a que parezca que hago las cosas bien. Tengo el mono y me encuentro fatal.

Estoy cansada de escribir eufémica, he pensado en morir. Como todos. Me siento más oscura que iluminada, siento que ya no tengo miedo a mi monstruo y dejo que me domine. Quizás no sea tan malo.
No tengo futuro. Como nadie. No tengo absolutamente nada a lo que agarrarme, nada que calme este pecho en llamas. Todo tiene que ver con el fuego.
Me aburre la monotonía de mi entonación suicida, me aburre lo de siempre, más de lo que puedo soportar. Me aburren las mismas personas, el mismo ambiente, las mismas ideas, las mismas metas. Detrás de todo eso estoy yo, sentada y callada, formando parte del entorno. Me aburre.

Puedo seguir rompiéndome la cabeza para recibir una recompensa por todas mis lágrimas, que se levante todo el atrezzo y aparezca alguien con un micrófono felicitándome por haber aguantado toda esta penuria y dándome a elegir entre varios premios. Elijo el coche y la calma.

Cada día soy más feliz. La felicidad está vacía y eso me hace esclava. No puedo decidir lo que quiero, aún no he deseado nada de lo que la vida me ofrece. Me aburre.

Que la felicidad no me llene, me crea vacío. Esta cabeza loca no para ni un segundo. No he encontrado utilidad a estos poderes.

Me aburro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario