viernes, 26 de agosto de 2016

Cadáver exquisito

Todos los días la misma historia,
siempre bajar escaleras
y nunca olvidarnos de todo lo que nos hace felices, que es lo que nos mantiene vivos,
vivos y cuerdos, cuerdos y vivos, pero,
en este mundo sólo mi guitarra me hace seis veces cuerda.
Que no ahoga pero sujeta, como las teclas de
un piano anclan mis dedos a lo bonito que es vivir.
Mi alma sigue sin estar anclada a ninguna realidad,
la cima es el camino, el sendero se abre a mi paso.
Fluye como si no hubiese un mañana, porque el propio
paso del tiempo será el que sucumba entre tus años.

Orbaneja del Castillo, Burgos, España, Europa, El mundo.

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