lunes, 26 de junio de 2017

Semilla

Plantas la semilla y yo la riego, ojalá recogiésemos los frutos, pero no.

Me prometí no regar, desocuparme de lo externo a mí, pero no plantaste en mi exterior, sabías muy bien dónde lanzar el dardo.

Ahora soy yo la que espera, posiblemente no fuera ni una semilla, no debería esperar que nada crezca si no me ocupo yo de todo.

Miro por la ventana, olfateo mi entorno, siento mezclas químicas en mi cuerpo, pierdo el hambre y los nervios están preparados para estallar cuando sea.

Estoy ansiosa porque lo quiero todo y estoy triste porque en realidad no quiero nada.

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