domingo, 10 de noviembre de 2019

Puñal

Me has clavado un puñal sin darte ni cuenta, desde las alturas ni siquiera observas tu propia sombra, o sobre quién la proyectas. Hay un foco dándote el calor que te mereces, pero también cegándote. Eras mi familia, eras la única que logró llegar tan lejos y de repente te desvaneces y reapareces en un gigante de ego y no sé quién eres, no sé si eres tú, a veces te reconozco, a veces no me reconozco cuando estoy contigo, a veces estoy a tu lado y te echo de menos.

No escuchas mis gritos, no escuchas mi amor, sólo oyes tu eco.

Ahora soy sólo una mosca detrás de tu oreja, no me queda mucho tiempo, no sé si seguir, no sé si decirte adiós para hacerme menos daño con tu filo.

Se suponía que íbamos de la mano como dos kamikazes, de cabeza, sin frenos, sin soltarnos, cerrando los ojos, apretando los dientes y pa'lante, no sé en qué momento me has soltado.

Perder la fe en ti es perder la fe en todo, en todos. No sé si la que está perdida soy yo, o eres tú.
No sé cómo darte un espejo. Yo ya estoy frente al mío y sé que duele.

Este puñal me lo quedo dentro, porque no quiero sangrarte el escenario.
Si quieres, algún día puedes intentar sacarlo.


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