martes, 23 de septiembre de 2014

¿Qué va a ser de los poetas?

Un mar de hierro,
una canción,
un rincón,
el día después del llanto,
la resaca del abismo.

Una niña teñida de negro
mordiendo su mano
para sentir algo.

Todo el mundo andando
sin caminar,
todo el mundo mirando
sin ver,
el nuevo orden mundial
de trajes y corbatas.
¿Qué va a ser de los poetas?
Exilio. Auxilio. Existo.

La Tercera Guerra Mundial
está al caer
por el barranco de sus lágrimas
y ya estalló en vuestras mentes
cuando dejasteis de ser humanos.

Vais andando creyéndoos reyes,
veis personas sumidas en la oscuridad
y rezáis,
lo que no veis
es que esas personas son de colores,
pero no para vosotros,
que sois grises
con poca materia gris.

Existen revoluciones
en miradas furtivas,
en sonrisas libres,
en besos que calan
en intercambios de saliva.
Si las ignoramos...
¿Qué va a ser de los poetas?
Lluvia. Frustra. Fluye.

Si usamos paracaídas 
en cada salto al vacío,
si permanecemos distraídos
en cada nuevo reto,
si guardamos el rencor 
como un tesoro,
si el estrés inunda
nuestro mar de alegría,
si callamos cada secreto,
si nos aferramos.
¿Qué va a ser de nosotros
nadando un mar de hierro?



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