lunes, 20 de octubre de 2014

Sangre roja o azul.

Ya sé que no soy una princesa
y que no vivo en un cuento,
ni quiero.

Pero me pregunto
¿por qué cuando sangro me siento 
tan...
...azul?

¿Por qué tantas veces
lloro sangre
y sonrojo mis mejillas
de dolor?

¿Por qué la soledad
congela 
mis venas?

La luna a veces me habla,
         me canta, me juzga,
                   ...me encanta.

 -Eres una lunática.
Y empieza
a besarme
los lunares.


Ella me conoce,
me vio desangrarme 
y sonrió
cuando vio mi pasión
por vivir; 

mi sangre roja.

Me vio llover 
y se heló
cuando vio 
que la sangre azul 
no era sólo de la realeza,
también es
de los que asumimos
nuestra realidad
con entereza. 

No sé cuánta sangre 
perderé en el intento
de hacerme feliz,
no sé qué color 
bombeará
mi corazón,
ni qué matiz.
Sólo aseguro el gris de mis cenizas
y las cuatro musas de un violín 
regalando
más colores
al Universo
cualquier tarde por Madrid.





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