No me interesa

No. No me interesa cuál es la raíz cuadrada del cubo del átomo con dos enlaces más bello del planeta. No me interesa estudiar un ecosistema entre letras y con una pequeña foto en la esquina, del sitio en el que me gustaría perderme. Me importa una mierda que el clima trópical tenga un porcentaje de humedad más alto que el resto y que su vegetación genere un paisaje llamado pluvisilva, si no dejo de echarme crema por la sequedad de esta ciudad y jamás sabré cómo huele una maldita pluvisilva.

No. No me interesa saber cuál es el secreto del éxito en las finanzas, no me interesa tener mi propia empresa de personas grises trabajando para alimentar a sus familias grises, para pagar su coche gris y su hipoteca negra. No me crea ninguna emoción saber del PIB, IBI, IPC, IAE, IRPF, IVA y demás parafernalia. No quiero fomentar que, o hayas nacido para estar toda tu vida haciendo planos los codos, o hayas nacido para crear cayo en las manos.

Me hace sentir un soberano aburrimiento que la pregunta sea ¿estudias o trabajas?. Yo me estudio y me trabajo, pero no como el mundo quiere. Me niego a regalar mi libertad con la excusa de ser más libre luego. ¿Cuándo es luego? ¿Cuando me vaya con mis cinco hijos a Cancún con una pulserita y me tome un gin-tonic en una piscina con barra?
Yo quiero ser exploradora, no turista de la vida. No quiero vivir con pulserita, ni hacerme un seguro y sólo por eso soy "anti-sistema", o el sistema es anti-yo. No lo sé.

Qué más me da cómo pensaban los antiguos filósofos, si no hay ningún lugar en el que me enseñen a pensar por mi cuenta. Qué más me da lo que pintaban, escribían o decían los antiguos, si no hay ningún atisbo de inspiración creativa en las oficinas para niños.
Siéntate en una silla toda tu triste vida o haz el trabajo físico, tienes dos opciones, mejor estudia, que el trabajo físico es una putada y no dignifica.

No quiero aprender sobre biología marina lejos del mar. En un escritorio con un flexo no me interesa aprender nada. Soy ni-ni, un trasto inservible, basura.
 ¿Pero sabéis qué? Las personas más inteligentes del mundo, lo han sido. Las personas más exitosas del mundo, lo han sido.

Para tener suerte, hay que dejar de intentar asegurarla. Para llegar a ser alguien, primero debes empezar a ser alguien. No vivimos para estudiar o trabajar, vivimos para acomodarnos al miedo, o no hacerlo. Para estudiar con pasión, trabajar con pasión, desarrollar ideas con pasión o estar en el sofá con pasión.
No tenemos dos únicas opciones. Estar fuera de esas dos opciones no nos hace menos válidos.

El Universo me está pidiendo a gritos que me fusione con una tienda de campaña y viva acorde a la magia que esta esfera ofrece, que deje de perderme en ansiedades, que he sido trabajadora y estudiante, pero aún no he sido digna de la vida que quiero.