martes, 23 de mayo de 2017

Pedazos de existencia

Descargo mi odio en pequeñas dosis de amor confuso.
Cada día más sola, no estoy ni yo y cuando estoy me hiere.

El arte se me ha ido de las manos, ahora sólo es humano.
Todo tiene defectos que no consigo tolerar, soy intolerante y mi corazón se siente como mi estómago vacío. Casi ni distingo mis órganos, todos funcionan a su manera caótica y diferente.

No consigo fingir, no puedo estar callada ante tanta irrealidad. ¿La mía o la vuestra?
Según los proverbios, la mía.
Según la intuición, la vuestra.

No veo ningún movimiento que se mueva.

No encuentro ningún momento que me pause.

Sí, estoy quieta, pero no pausada. Sé que no soy cobarde.

¿Tiene sentido algo de lo que escriba? Antes pensaba que sí, que las cosas bonitas acabarían eclipsando el resto.

Pero Gandhi salvó a un país, siendo un racista y un machista.
John Lennon compuso Imagine, siendo un maltratador.
Neruda escribió bellos poemas, pero en uno de ellos relata cómo viola a una india.

¿Qué se supone que he de pensar?

Lo único que me da todo esto es fuerza, y a la vez rabia de tenerla.
Sólo me hace creer más en la magia, y me molesta, porque creía que con lo sensorial la vida tendría que bastar.
Me hace ser más yo, aunque deberíamos serlo desde que nacemos.

¿Por qué voy encontrando pedacitos de mí por el camino?
Porque nos han roto desde antes de existir, nos han esparcido para que ocupemos nuestro tiempo encontrándonos y nos distraigamos de otras cosas, las verdaderamente importantes.

Pero me da igual, no voy a parar. Me voy a encontrar y luego voy a ir a por vosotros. Y el día de mi muerte será el más feliz de mi vida, porque estaré en la cumbre del potencial que estoy buscando.
Siempre más que ayer.
Siempre más que ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario