sábado, 30 de septiembre de 2017

por qué hay que poner titulo a todo

Lo reconozco, escribo porque me siento sola. Escribo porque me siento tan sola que siento que o escribo, o desaparezco.
Supongo que eso significa que no me tengo muy en cuenta.

Todo el mundo festeja fuera con sus amigos de toda la vida, yo no tengo de esos porque siento que aún no he nacido y ya he envejecido hasta morir. 
Tengo la basura llena de días, semanas y meses. 

La gente dice que tengo suerte de tener lo que tengo. ¿De qué sirve un ferrari sin poder montarlo?

Cuando deje de escribir todo será silencio. No quiero. Pero ya no sé qué más decir. Tengo frío en los pies, dolor de cabeza y aún no he podido vestirme una hora después de haberme duchado. Vestirme me parece como demasiado definitivo, como si quisiera quedarme y resignarme a esta situación de soledad. 
Creo que estoy intentando llamar mi atención, no puede ser la de nadie más, pero me doy pereza y paso.

Quizás me ponga unos calcetines, sólo para no tener frío.

¿Dónde está mi gato cuando le necesito?

Me he ido marchitando, encorvando y menguando por mis circunstancias y ahora no sé si puedo estar a la altura de las mismas. El precio es muy alto. El precio soy yo. Quizás el precio no sea tan alto.

Todo va a ser silencio, a partir de ahora ya no habrá palabras que llenen este vacío.

Espera, ha venido mi gato, ya estoy bien.

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