miércoles, 31 de octubre de 2018

Asertiva

Me pierdo en ti.
No es bonito, ahora tengo que encontrarme.

Mi esencia está debajo de una piedra; pequeña, escondida y callada. En quien no confío es en mí.
Este silencio es empoderante y mi luz quiere recuperar el poder. Quiero amarte desde mí misma, no desde otro prisma, ni desde ti. Y si eso implica que te alejes, eso es lo que quiero, porque deseo verdad, pido que mi dolor sea una placenta rota de realidad y pureza sangrante.

Toda tormenta calma, todo muere, la existencia es polvo. Mi ruina es mi hogar y te puedes quedar a dormir si quieres, la única norma es que sea sin miedo y sin un juez en la pupila.

Lo siento si las palabras retumban, ahora es mi deber. Esta es mi mejor forma de quererme.
He creado todo de mí, siempre fui una genia loca, orgullosa de su invento. Pero el amor -el miedo-,  lo ha difuminado todo hasta ser una mancha borrosa. Ahora me decido a redefinirla, a redefinir los términos de lo que me de la gana, a pensar lo que quiero, a ser la que quiero y a aceptar lo que siento.

No te preocupes, todo esto es culpa mía, yo decidí perderme. Sigo teniendo miedo, pero ya no tengo miedo al miedo.
Me dejo caer sobre el destino con todo mi peso, y mi postura anterior deja de existir, se extingue, la arranco aunque se lleve parte de mí. Este veneno ya no me pertenece. Este hilo ya no me pertenece, lo suelto y respiro.
No tengo más fuerza para forzar y te pienso amar así.



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