sábado, 6 de octubre de 2018

Atrezzo

Como si nada.
Te alejas como si el Universo fuera finito y supieras dónde vas a acabar,
como si existiera un orden.

Sin avisar.
Con todo por delante, con las almas pendientes, a un milímetro de rozarse,
simplemente te desvaneces.

No tengo un refugio para esta tormenta,
esta vez no me puedo engañar,
mis mecanismos emocionales están hondeando en una montaña,
deshilachándose y perdiendo color.

Aquí y ahora sólo quedamos la verdad y yo.
Me basta con mirarla a los ojos para saber que va a doler.

Si te vas así, entonces quiero que te vayas.
Sé que este dolor no es mío,
sino de todas las almas que me rozaron.

Esto ha tenido que ser un engaño,
no puedo explicar esa soltura con la que dejas ir el hilo.
La balanza también era de atrezzo,
yo puse mis órganos sangrantes
y ahora mismo no recuerdo qué pusiste tú.






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