lunes, 22 de abril de 2019

No me endioses

Estoy cansada de lo mismo.
Primero me endiosas, me subes al limbo, me construyes un trono y cuando te cansas, con la mirada no paras de repetirme que soy vulgar. Es un bucle, una repetición de patrones con diferentes rostros y nombres.

No soy tan especial, joder, deja de hacerme ilusiones. Luego caen con el peso del plomo, desde la nube a la que me subiste, y yo caigo y mi trono también. Y me siento sola, ¿sabes?, siento que no valgo y me siento pequeña, cuando antes de que aparecieras me sentía gigante. Sé que soy gigante cuando nadie me come la oreja haciéndome sentir especial, sé que soy valiosa cuando nadie me trata como un diamante en bruto, dejo de saber cuando alguien me alaba para después destronarme.

No soy la protagonista de una película americana.

Sí, bailo sola, a veces me da igual lo que la gente piense de mí, pero otras no, a veces me da igual mi desnudez y otras no. Me gusta reírme a carcajadas y llorar a sollozos, también vestir llamativa, pero otras veces quiero pasar desapercibida y que nadie me vea. No es que sea especial, no es que sea única, no sé por qué me lo he vuelto a creer.

No sé si esto es un mensaje para ti, o para mí, me estoy dando cuenta de que soy la primera que se lo quiere creer. Que doy mi reino porque me mires a los ojos como si no existiera nada más, que cuando no me miras en horas me siento el grano de arena más pequeño del mundo.

Simplemente no vuelvas a mirarme así.

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