Tengo un disparo en la cara, sangro en la ducha.
El agua se me resbala de las pestañas,
cae a chorro simulando las lágrimas que ya no me quedan.
He perdido la noción del tiempo, el mapa, un trozo de esperanza y las ganas.
Se me han perdido en tus cuatro palabras, en tu cara de nada.
Me siento como un piano de fondo, sueno una melodía triste, en blanco y negro.
Me siento como la lluvia y choco contra los cristales, mi olor me salva.
Me siento como el humo de un cigarro en la noche, me cuelo por mis propios recovecos.
Sigo sangrando e inundándolo todo en silencio, ya no quiero gritar, ya no quiero que veas la herida,
sólo quiero sangrarlo todo y volver a empezar.
Esta tormenta se lo va a llevar, esta tormenta se lo va a llevar como un violín que te arrastra en el momento adecuado.
Lo estoy haciendo bien.
Aunque no quiero hacerlo.
Pero no tengo más opción.
Esta tormenta se lo va a llevar.
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