jueves, 15 de agosto de 2019

Hoy no necesito una estrella fugaz

Hoy no necesito una estrella fugaz.

Me sobra con las estrellas y la luna llena, no necesito que un poco de polvo estelar chocando contra la atmósfera me haga sentir especial. Estoy siéndolo porque quiero. Pero ni siquiera necesito serlo.

Sí, pienso en ti, para qué nos vamos a engañar. A veces te clavas e intento que parezca que sigo respirando. Pero ya no es como antes, ahora simplemente eres una frustración más, ya no eres un sueño incumplido, ya no eres mi sueño. Puede que idealizara lo que me aportabas. Puede que no fuera ni para tanto realmente, pero eso ya da igual, el caso es que no estás, y eso también está bien, porque es lo que es, y lo que es siempre está bien aunque no queramos. No puede ser de otra manera.

Mi vida ha cambiado, yo he cambiado. Sí, en cuestión de dos semanas ha dado un giro completo, he recalculado y ahora estoy en una nueva ruta. Una de esas que sabes que es la buena. Mi vida ha cambiado porque yo he querido, porque los mecanismos que construí ya no me sirven y aunque me dé miedo tengo que construir unos nuevos. Esa es mi misión ahora, no caer en el intento.

Desconectada de todo lo que me desconectaba redescubro cosas que creía que no sabía. Me libero, me entran ganas de tirarme por un tobogán en plena noche, miro la luna de cerca, me dejo caer sin llegar abajo, me lanzo a la vida con los ojos y brazos abiertos, sabiendo lo que quiero abrazar.

Eso no significa que haya dejado de odiar la humanidad.

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