lunes, 22 de febrero de 2021

Sola

 ¿Cómo vacío mi vacío?

¿cómo abandono mi abandono?

¿cómo desaparezco sin hacer ruido, como si nunca hubiera existido?


¿Cómo voy a aceptar que estamos solos? 

Te lo dicen como si al ser una verdad universal fuera más fácil. "Es que todo el mundo lo está". Yo no quiero no ser una niña, no quiero follar, beber, salir, trabajar, gestionar los males del mundo y luego volver a casa y saber que en el fondo, estoy sola. 

No quiero esta experiencia humana, quiero unirme a todas las almas y ser una única conciencia. No quiero más ciencia que me diga cuál es mi trastorno, mi trastorno es lo mundano. Mi trastorno es no rendirme. 

Mi grieta es la familia y mi humanidad impía, impidiéndome marchar. Mis hermanas con sus preciosas caras, con sus manos suaves y su mirada veraz. El recuerdo de mi abuela, que me acuna cada noche, que no me juzga, que desde la luz me guía hacia donde ella está. Y mis padres, que tras sus errores veo flores, que me causan el dolor más agudo y más puro que he sentido jamás. El desapego.

Reniego de mí, como renegasteis vosotros. Y el día soleado en que me vaya, crecerán las plantas y cubrirán mi cuerpo. 

Y ya no estaré sola. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario